Al agar agar se le conoce como la “gelatina del mar” porque se extrae de un alga roja (Gelidium sp). Para ello se hierven las algas, filtrando el líquido y secándolo en congelación, en forma de barritas, filamentos o polvo que puedes adquirir actualmente en establecimientos.
En Medicina Tradicional China (MTC) se entiende que el agar agar es de “naturaleza fría”, por lo que puede ser combinado con kuzu o kudzu (Pueraria lobata), de exquisitas propiedades para nuestra salud intestinal y del sistema nervioso, y con “naturaleza caliente”.
A nivel nutricional destaca por su alto contenido en fibra (acción PREbiótica, interesante para estreñimiento, y saciante), y minerales como sodio, potasio, calcio y magnesio.
A nivel culinario tiene poder gelificante, por lo que puedes hacer gelatinas de todo tipo, tanto para recetas dulces como saladas, y dándole la forma que quieras. El truco está en hervirlo ligeramente en el líquido que quieras gelificar (zumo, sopa, licuado,…), y luego dejarlo enfriar en el molde con la forma que quieras obtener. Bajo una fuente de calor (85ºC), volverá a perder su forma.
A diferencia de la gelatina, el agar agar forma geles a concentraciones más bajas (menos del 1% en peso), no se derrite en la boca, se mantiene sólido en días calurosos, e incluso podría llegar a servirse templado (acompañando sopas, a modo de tacos de agar agar).
En tiras se puede hidratar y consumir en ensaladas. Procura entonces masticarlo bien.
COCINA FUNCIONAL CON AGAR AGAR: